Respecto a primaria no tengo recuerdos, por lo que paso a hablar sobre la E.S.O. Durante la E.S.O. conocía a muchos profesores que me marcaron. El que más fue mi profesor de matemáticas y también director del centro. No era especialmente amable, ni mucho menos, pero su forma de enseñar era bastante efectiva. Siempre dejaba a los alumnos en evidencia delante del resto, solía decir "eres más simple que el asa de un cubo" y mandaba páginas y páginas de deberes de un día para el otro. Lo que mejor recuerdo son sus hojas de 100 ecuaciones a resolver del viernes al lunes siguiente, y sus puntuaciones de 0, 5 o 10. Esto, por una parte nos desanimaba ya que nos lo ponía muy difícil, pero por otra parte, gracias a su arrogancia, nos animaba a trabajar para así poder "restregárselo en la cara" como se suele decir.
Durante el bachillerato, mi profesor de matemáticas (también) de primero entró el primer día dando un portazo, hablando seriamente e imponiendo normas. Poco a poco pasó a ser más amable y al final de curso nos confesó que eso lo hacía todos los años para imponerse y que no le tomaran el pelo. Respecto a su plan de estudios, usaba bastante la tecnología y dividía la nota en varias partes: puntuaba el presentar los ejercicios, el resolverlos en la pizarra, hacía "parcialillos" (pequeños exámenes sin previo aviso) y finalmente un examen global. Esto te obligaba a llevar la asignatura al día para que al llegar al examen final, únicamente hubiese que repasar lo ya estudiado.
Cuando sea profesora me gustaría ser atenta y amable pero ganándome el respeto de mis alumnos. Respecto a la forma de enseñar y de hacer que mis alumnos aprendan, quiero dar buenas clases con parte teórica y práctica, evaluando a cada alumno y analizándoles para intentar hacerles aprender según sus características y necesidades. Realizaré ejercicios en clase y mandaré poca tarea para casa. En el caso de que sea necesario, me quedaré un tiempo extra, o en los recreos, ayudaré a los alumnos con dificultades.
Creo que la mejor manera de enseñar es estar pendiente de cada alumno sin llegar a presionarle, realizando muchas actividades en clase y mandando poca tarea para fuera del aula.
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