Yo soy una persona a la que nunca le ha llamado la atención leer, por eso cuando la profesora dijo que teníamos que leernos el libro "Cinco panes de cebada" me disgusté. Desde principio de curso me lo fui dejando hasta que ya decidí leerlo en las vacaciones de Navidad.
El libro en sus comienzo no me llamaba mucho la atención ya que a mi me gustan mucho los pueblos, en especial el mío, por lo que cuando se quejaba del pueblo y de su gente, a mi me afectaba negativamente. Cuando poco a poco le fue gustando el pueblo, a mi la verdad es que me cambió la cara, y creo que el final es impresionante.
Una vez finalizada la lectura del libro, he de decir que me ha sorprendido y gustado. Lo recomiendo a cualquier persona, sea o no estudiante de magisterio ya que muestra cómo una sola persona, si quiere y con esfuerzo, puede cambiar las cosas, y que no es todo como lo parece. En especial le recomiendo este libro a cualquier estudiante de magisterio o a cualquier persona que tenga pensado estudiar esta maravillosa carrera, ya que no todos los estudiantes de magisterio acabaremos trabajando donde en realidad queremos o tenemos pensado, y el libro te enseña que hay buenas oportunidades más allá de lo que tenemos en mente, y que con esfuerzo puedes conseguir tus objetivos como maestro o maestra sea donde sea. Cinco panes de cebada refleja la forma de ser que ha de tener un buen maestro o una buena maestra tomando como ejemplo a la protagonista, Muriel, refiriéndonos claramente a las actitudes que mantiene cuando decide cambiar las cosas. Nos enseña también que podemos cambiar como personas al mostrarnos su evolución desde un aspecto negativo a uno positivo.
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